Esta enseñanza no sólo proporciona la base para que la mente de una persona se vuelva extraordinaria, sino que, a través de muchos métodos, desarrolla una condición indispensable para alcanzar la liberación. Para entrenar la mente, primero hay que establecer una base sólida arraigada en la aspiración. Dado que los seres sintientes tienden a actuar en beneficio propio, uno debe entrenar la mente para generar la intención de actuar en beneficio de los demás. Para ver a los seres sintientes como adorables, la compasión es crucial. Luego, con la intención de asumir las cargas de los demás y aumentar la propia fuerza mental, eventualmente podrás generar la verdadera mente de la iluminación. Se enseña que uno debe meditar continuamente en la bondad amorosa y la compasión mientras comprende claramente la naturaleza de la compasión y la compasión especial. Al contemplar las cualidades y el pensamiento de apreciar a los demás, y al entrenar la mente en la ecuanimidad y en el intercambio de uno mismo por los demás (bdag gzan mnyam brje), uno puede disfrutar de la felicidad a diario y, en última instancia, alcanzar la liberación.